El sector industrial colombiano dio el primer paso hacia la recuperación en junio, cuando los datos de la última encuesta señalaron un renovado incremento de la producción y los nuevos trabajos, lo cual coincidió con las iniciativas gubernamentales de retomar la actividad económica. La fuerte expansión, que fue la primera observada en cuatro meses, impulsó al alza la actividad de compras y propició un avance hacia la estabilización del empleo.
El Índice de Gestión de Compras (PMITM) del sector industrial colombiano, de Davivienda, ajustado por factores estacionales, subió más de 17 puntos hasta los 54,7 en junio y marcó una mejoría pronunciada del entorno comercial para los industriales. La lectura fue la más alta desde mayo de 2011 y contrastó con las dos cifras más bajas de la historia, registradas en el pasado mes de abril (27,6 puntos) y mayo (37,2 puntos).
Si bien falta un trecho largo para conocer la sostenibilidad de esta recuperación, pues todo depende de que la expansión del virus sea controlada y que la capacidad hospitalaria crezca en las próximas semanas, es un primer paso en la dirección correcta.
Andrés Langebaek, Director Ejecutivo de Estudios Económicos, Grupo Bolívar
El sector industrial registró repuntes tanto en la producción como en los nuevos pedidos en junio, cuando las empresas lograron de forma generalizada retomar su actividad tras el cierre impuesto por la pandemia de la enfermedad por COVID-19. La producción creció por primera vez desde febrero de forma notable en general y las empresas se beneficiaron de una sólida mejoría en los nuevos trabajos, que fue la más pronunciada en 22 meses.
A pesar de ello, este dato implicó una recuperación tan solo parcial con respecto a la caída provocada por la pandemia. Como aspecto negativo, algunas empresas experimentaron dificultades a la hora de recobrar la producción debido a su menor capacidad y a los problemas al abastecerse de materias primas, lo que implicó, en parte, un incremento de los pedidos atrasados. Por su parte, el empleo cayó por tercer mes consecutivo, a pesar de que el ritmo de reducción de puestos de trabajo fue mucho más débil que el observado en mayo y tan solo marginal.
En cuanto a las existencias de insumos, las iniciativas encaminadas a reforzarlas empujaron a las empresas a aumentar su actividad de compra en junio, lo que se tradujo en la primera expansión desde febrero y la más acelerada en seis años y medio. Sin embargo, las existencias se demoraron más en llegar a sus destinos, ya que los proveedores se enfrentaron de nuevo a restricciones de desplazamiento y a mayores controles en carreteras y puertos.
En este período de encuesta, los industriales colombianos también experimentaron un incremento promedio en los costos de los insumos. De hecho, los encuestados explicaron que la escasez de materias primas llevó a algunos proveedores a aumentar sus precios, coincidiendo con un incremento de los costos de importación derivado de la fortaleza del dólar. Así, la tasa de inflación general fue pronunciada, si bien se suavizó con respecto al máximo en 55 meses alcanzado en mayo. Al mismo tiempo, las empresas aumentaron sus precios de venta al ritmo más rápido desde marzo de 2017.
Por último, el grado de confianza general en relación con el futuro de la producción industrial aumentó en junio hasta su nivel más alto en cuatro meses. En relación con las recientes medidas gubernamentales de reapertura de la economía tras el confinamiento, las empresas explicaron que esperan que se traduzcan en una recuperación de las ventas. La mayoría de las empresas prevé un crecimiento de su producción en los próximos meses, aunque algunos participantes se mostraron cautelosos con respecto al creciente número de casos en la región y el riesgo asociado para el crecimiento de la actividad.